Shakira Isabel Mebarak se sienta sobre una alfombra persa que volará sobre el escenario del estadio Bank United Center, de esta ciudad, cuando presente esta noche su show. Desde la platea se ve aún más pequeña, como si la tupida melena rubia fuera el único rasgo de voluptuosidad de esta cantante de 33 años que se hizo famosa por el vaivén de sus caderas y que hoy el mundo aclama como una de las mayores representantes de la sensualidad latina.
Pero entonces bajan las luces, y los pocos fans privilegiados que asisten a este ensayo se unen en un grito que sólo cesa cuando la alfombra iluminada se eleva por fin y ella empieza a cantar, casi a capella, Soy gitana. Y entonces Shakira crece, y los fans cantan con ella, y nadie puede negar que no es su magia la que la ha hecho volar tan alto.
-Llevás más de 50 millones de discos vendidos a nivel mundial; este año tuviste oportunidad de cantar en el Mundial, el evento más visto del planeta; el mercado norteamericano te abrió las puertas de par en par... ¿Estás en el pico de tu carrera?
-Sí, he dado un paso nuevo y es uno de los momentos más destacados de mi vida como artista. Y sobre todo me ha dado tanta alegría, me ha acercado a otra parte del mundo; nunca como en Africa había recibido antes en un mes tanto cariño.
-Esa popularidad también fue un motor para impulsar las causas solidarias en las que creés.
-Uno de los aspectos que más me motivaron a participar del último Mundial de fútbol fue que la FIFA apoyó la campaña 1Goal, que busca movilizar a los líderes mundiales para que la educación por fin ocupe un lugar prioritario en sus agendas políticas. Creo que tenemos que acercarnos a la dirigencia mundial para exigirle que haga su parte de la tarea; los líderes van a tener que terminar con sus políticas de bomberos, de ir a apagar incendios, y empezar a mirar hacia el futuro. Hoy sabemos que podemos romper con el círculo de la pobreza si generamos mayores oportunidades de acceso a la educación. Si mantenemos a los niños en las escuelas, tendremos un mundo más seguro, porque evitaremos que se unan a grupos guerrilleros, paramilitares, terroristas; que ingresen en la delincuencia; son niños que podrán tener la oportunidad de una vida digna. Y eso tiene un impacto sobre la economía: está comprobado que al educar familias sus ingresos aumentan; cada año que se agrega a la educación primaria implica entre un 10 y un 20% más de salario en su vida adulta.
-Hablás con mucha precisión, con cifras y conocimiento del tema; parece que tuvieras una fuerte vocación política.
-Creo que somos seres políticos. Y ser político no significa solamente ocupar cargos, sino tener una voz y usarla para hablar por aquellos que desafortunadamente no la tienen. Creo que tiene que ver con participar en el destino de las naciones, de tu nación y de aquellas que te importan. Esa es para mí la definición de la política. Yo estoy muy comprometida con las causas en las que creo y en las que creo que se puede hacer una diferencia, en las causas por las que vale la pena luchar. Creo firmemente que la pobreza se puede erradicar y que la educación es la herramienta fundamental para lograrlo.
-Alguna vez contaste que en tu infancia la empresa de tus padres quebró y, como estabas molesta por el cambio de situación económica de tu familia, ellos te llevaron a ver a los chicos que vivían en la calle para darte perspectiva. ¿Hacia dónde mira hoy Shakira cuando necesita perspectiva?
-La sigo buscando en el consejo sabio de la gente en la que confío y en la realidad de todos los que buscan una salida digna para su propia vida.
-Tenés una visión muy estratégica de la política y de lo social. En tu carrera también has sido estratégica; por ejemplo, no sabías inglés y decidiste estudiar, y hoy sos la estrella latina en el mercado americano.
-Sí, es cierto, hablaba un inglés de batalla, como para decir "dame una hamburguesa y una Coca", y gracias...
-¿Es necesario para una artista latina cantar en inglés para conquistar el mercado estadounidense?
-Creo que en un mundo globalizado el inglés es imperativo, no sólo para un artista. Es la lengua universal... Algún día lo será el chino mandarín, pero por el momento lo es el inglés. A mí me ha dado mucho; cualquier cosa que aprendes en la vida amplía tu campo de acción. Y haber aprendido inglés, a escribir, a relacionarme y dar entrevistas en inglés, me ha ayudado mucho. Pero no fue fácil, eh. Yo temblaba cada vez que hacía una entrevista en inglés, porque no sabía qué iba a decir, ni cómo me iba a salir, ni si me iban a entender. Pero finalmente lo he enfrentado, lo he aprendido, lo he abrazado con un espíritu de apertura, y ha sido mucho más lo que he ganado que lo que he perdido.
-En este último disco (Sale el sol), sin embargo, volvés a los ritmos latinos...
-Sí, este disco es en su mayor parte en castellano, con algunas canciones en inglés, pero mayormente en castellano. Es un disco que me recuerda álbumes como Pies descalzos y Dónde están los ladrones, porque evoca un poco ese espíritu en el que me reconozco de pies a cabeza. Es un disco que escribí con el corazón en la mano, donde soy más romántica que nunca, más rockera que nunca y más latina que nunca. Fui a República Dominicana para buscar las raíces del merengue, que tanto extrañaba. Así que me he vuelto merenguera de repente, y he recuperado a la rockera de pelo negro y a la romántica de siempre.
-Y ya que hablamos de la Shakira romántica, hace una década que estás en pareja con Antonio de la Rúa, ¿cuánto del crecimiento que experimentó desde entonces tu carrera ha tenido que ver con él?
-Antonio ha tenido muchísimo que ver con mi crecimiento en los últimos diez años. Muchísimo. Como abogado, se ocupa de toda la parte contractual de mi carrera. El ha sido fundamental para lograr las metas que me propuse: es mi socio en mi carrera, y eso es para mí más importante que tener con él una sociedad conyugal.
-¿Entonces nunca llegará el casamiento que tantas veces anticiparon los medios del mundo?
-Yo prefiero ser la novia eterna. Tengo la impresión de que, cuando te casas, los hombres se creen que pueden hacer lo que quieren. Y no quiero eso para mí... Prefiero seguir siendo la novia a la que siempre hay que conquistar y que siempre tiene que enamorar al otro.
-¿Y los hijos sí están contemplados en ese noviazgo eterno? ¿Son una asignatura pendiente?, ¿te ves como madre en el futuro cercano?
-Más que una asignatura, hoy ser madre es un deseo muy fuerte. Pero primero lo primero, y eso ahora es la gira por el nuevo álbum, que ya me ha llevado por los Estados Unidos y continuará por Europa y América latina [en marzo, estará en Buenos Aires con el Pop Festival, un concepto que ella promueve y que incluye diversas muestras de arte latinoamericano]. Después de esa gira vamos a tener que tener una conversación muy seria con Antonio sobre el tema de los hijos.
-Pero, después de diez años, alguna vez deben haber conversado sobre el tema...
-[Se ríe] Bueno, sí, lo hemos conversado. Ahora, más que conversar tendremos que empezar a trabajar también.
-¿En algún momento temiste que pudiera afectar tu relación con el público argentino ser la novia del hijo del ex presidente De la Rúa?
-No, no. Mi relación con el público argentino es una relación profunda, una relación de amor eterno, de sentirme completamente entendida, comprendida, de sentir una conexión especial.
-¿Y no te "argentinizaste" un poquito en todos estos años?
-No sé si me argentinicé, pero me "antoñicé" y él se "shakirizó", claro. Como decía Neruda en un poema: "Yo vengo un poco de ti y tú vienes un poco de mí". Así es el amor, eso es la pareja.
-Citás a Neruda y recuerdo tu cercanía con tu compatriota Gabriel García Márquez, quien siempre te ha elogiado mucho.
-Hace un tiempo que no he sabido de él, pero la última vez que hablamos me dijo que había escrito un libro y que lo corrigió ¡siete veces! Y yo dije, ah bueno, veo que no soy la única obsesiva.
-¿Y qué tan obsesiva sos cuando componés?
-Muy. Cuando compongo puedo hacer treinta versiones de la misma canción, y a veces más.
-Sos de involucrarte en todo lo que hacés, ¿también participaste en el proceso creativo de tu nuevo perfume, S by Shakira [se pronuncia "es" por la inicial de su nombre en inglés]?
-Sí, participé durante tres años de la composición del perfume, hasta que llegamos a una fragancia con la que me identifico, porque era para mí y para mi piel. Es un perfume muy aterciopelado, femenino, sensual, seductor. Tiene tres notas que lo definen, que son la vainilla, el jazmín y el sándalo. Aprendí que el sándalo neutraliza el dulzor de la vainilla. Siempre he sido muy olfativa, huelo mucho, y aprendí muchísimo de fragancias con esta experiencia.
-Hasta hace unos años no explotabas tanto tu perfil sexy. ¿Qué cambió de Pies descalzos a Loba o a la mujer que se ríe de sí misma sin pudores, como lo hacés en el tema Gordita, de Sale el sol?
-Quería sacarme las ganas de explotar mi perfil sexy. Pero soy una mujer multifacética y estoy consciente de que la sensual es sólo una de mis caras.
-También acompañaste ese perfil con un cambio de look: rubia, más delgada, más atlética que en los comienzos... Imagino que tendrás una rutina de entrenamiento exigente.
-Sí, creo en el entrenamiento y en hacer ejercicio más que en el sacrificio de la dieta. Creo que en la vida hay que hacer de todo, con moderación. Y comer también de todo, con moderación. Por ejemplo, no paso un solo día de mi vida sin comer chocolates; ¡no me imagino la vida sin chocolates!
-Tu popularidad te acercó a los niños más pequeños, que te siguen y corean tus canciones. ¿Eso no impone cierto límite para el costado más sensual?
-Es que se puede ser sexy y muchas otras cosas al mismo tiempo. Todas las mujeres somos como un diamante con muchas facetas: multicolor, multipropósito, multiuso [se ríe]. Tener un perfil sexy no significa tener que renunciar a lo más profundo; hay lugar para todo.
-Gustavo Cerati compuso temas para vos, fue productor de tu disco Fijación oral y han cantado juntos en muchas oportunidades. Desde que ocurrió lo de su ACV le dedicaste varios shows...
-En Sale el sol hay canciones que hacemos juntos, canciones en las que él tocó la guitarra, y fue muy duro cada vez que iba al estudio para terminar de hacer los arreglos, porque cuando escucho esas canciones se me parte el corazón en pedazos y tengo que recoger los pedacitos otra vez y seguir adelante. Ha sido muy duro, muy duro [se quiebra]. Aceptar lo que le pasó fue y sigue siendo durísimo, porque Gustavo es un amigo muy muy muy querido. Y además, porque siempre ha sido mi ídolo, lo he admirado, he aprendido tanto de él, me ha influenciado tanto. Hay una gran influencia de él en este disco. Y lo extraño mucho.
"SIEMPRE SUPIMOS QUE ERA ESPECIAL" - Un hombre mayor, de anteojos oscuros y guayabera blanca, y una mujer de innegable parecido con la artista aplauden desde la platea cada tema como si no se tratara sólo de un ensayo, como si no fueran a verla de nuevo esta noche cuando cante en vivo, como si no lo hubieran hecho miles de veces. "Descubrimos su talento desde pequeñita; aprendió a leer y a escribir muy pronto: cuando tenía un año y ocho meses ya sabía todas las letras del abecedario", cuenta a LNR William Mebarak, mientras su mujer, Nidia, asiente a su lado. "A los 9 años tenía 19 baladas compuestas, con letra y música, y se hizo conocer en Barranquilla; la invitaban a actuar y ella cantaba temas de María Conchita Alonso y de Paloma San Basilio, que era lo que escuchábamos nosotros. A los 10 años, la televisión de Colombia la registró y ya hablaban de ella como la estrella del futuro. A los 13 firmó su primer contrato para hacer un long-play, y a los 15 se graduó", enumera con orgullo el padre de la cantante.
Nidia Ripoll es la segunda mujer de William, un ex comerciante de clase media, orgulloso de su origen libanés; cuando se conocieron, él ya tenía ocho hijos de un matrimonio anterior. Por tradición familiar, los hermanos varones de Shakira se llaman William y las dos mujeres llevan por segundo nombre Isabel, como ella.
"Aprendió solita a bailar la danza del vientre cuando tenía cuatro años: habíamos ido a comer a un restaurante árabe y empezó a imitar a la bailarina", dice William, que llegó al lugar del brazo de su yerno, Antonio de la Rúa, y del de su hijo, Tonino, que es el jefe de seguridad de la cantante. Todo queda en familia, porque Fernando "Aíto" de la Rúa, el hermano de Antonio, es quien se ocupa de la prensa. "Algún día se van a casar, yo sé que sí", dice el padre de Shakira sobre la relación de su hija con el argentino.
"No me canso de verla actuar, el tiempo en que la acompañábamos en todas las giras fue el más feliz de nuestra vida", dice Nidia, que guarda una colección de álbumes, repartidos entre su casa de esta ciudad y la de Barranquilla, cada recorte de prensa publicado sobre Shakira. "Siempre supimos que era especial, aunque yo no imaginaba que sería cantante, sino escritora."
UNA CRUZADA POR LA EDUCACION - "Creo que la inversión fundamental de un país es lograr que los niños más pequeñitos, de 0 a 6 años, reciban más protección, educación, vacunas, nutrición y lo que necesitan para desarrollarse en la vida", dice Shakira sobre la misión de Alas, la fundación que creó en 2006 junto a otros artistas, como Juan Luis Guerra, Jennifer López y Ricardo Montaner. Tras recientes versiones de prensa que indicaban que algunos artistas se habían alejado de Alas en desacuerdo con la gestión administrativa, la fundación aclaró en un comunicado que los rumores eran falsos, ya que no administra recursos y se dedica exclusivamente a generar conciencia. "El trabajo que hacemos con Alas es el de promocionar la inversión en educación temprana para los sectores más vulnerables de la población", resume la cantante, que también es Embajadora de Buena Voluntad de Unicef. Lo hace con la misma convicción que la llevó a recorrer los despachos de varios presidentes latinoamericanos buscando comprometerlos con la cuestión: "Cuando uno le toca la puerta a un líder para hablar de la educación temprana, que por mucho tiempo permaneció en las sombras, entra en la política finalmente"
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