La colombiana se lució y aunque en más de una ocasión el sonido parecía querer conspirar en su contra, el carisma y la fuerza de la barranquillera hicieron que los asistentes no repararan mucho en ese detalle y corearan una a una sus canciones.
"Esta noche estoy aquí para complacerlos", dijo la intérprete de "Loba" hablando en inglés mientras el público no paraba de aplaudir. "Esta noche soy toda suya y vamos a pasarla muy bien".
Y Shakira cumplió, pues durante las casi dos horas que duró su presentación ofreció un tremendo banquete musical donde además de incluir canciones en español y en inglés como “Hip’s don’t Lie”, “Te dejo Madrid”, “Gipsy”, “La tortura”, “Loca”, “Inevitable” y “Ojos así”, movió sus caderas toda la noche y compartió con el público como si fueran amigos de siempre.
Uno de los momentos que causó mayor revuelo fue cuando la cantautora saludó al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y a la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, dos invitados de honor que al igual que el resto de los asistentes bailaron y gozaron los temas de Shakira.
"Quiero agradecer la presencia de la presidenta Bachelet y del presidente Santos esta noche. Es un gran honor para nosotros que nos acompañen”, comentó la joven, quien también se tomó unos minutos para darle clases de baile al público subiendo a cuatro muchachas que imitaron sus movimientos de vientre como grandes profesionales.
Luego vino un dúo virtual con René de Calle 13, quien estuvo representado con una enorme cabeza puesta en el escenario y coreando su tema “Gordita” pusieron a bailar a los presentes.
"Me gustabas cuando estabas más gordita, con el pelito negrito y la cara redondita, así medio rockerita", cantó la colombiana en unas líneas del tema que más de uno le dedicó a ella misma, quien lució un cuerpo escultural que se robó más de un suspiro.
Y aunque el montaje del concierto fue sencillo y no recurrió a trucos ni efectos especiales grandiosos como algunos esperaban, no fue necesario, pues la sencillez y el talento de la colombiana fueron suficientes para dejar satisfechos a los espectadores que gritaban cada vez que Shakira hablaba en español o hacía referencia a Colombia o Barranquilla.
Otro de los momentos maravillosos de la noche fue cuando la intérprete de “Whenever, Wherever” hizo un acto teatral gitano representando con su cuerpo los sonidos de unos tambores tocados por un músico. Allí se dio una escena llena de sensualidad y guerra de sexos en la que la cantante simuló morir tirada en el piso, y al sonar de unas tonadas llenas de magia renació y quedó en pie ante la ovación de los miles de asistentes que se levantaron para aplaudirla.
El cierre corrió por cuenta del popular himno del Mundial de Sudáfrica “Waka Waka” que coreó junto a un grupo de jovencitos cantores que elevó al público al éxtasis. Allí y mientras caía una lluvia de confeti, Shakira corrió por todo el escenario como una niña pequeña dando brincos de alegría. En el redoble de los tambores, la colombiana se paró frente a su gente y cerrando con broche de oro su paso por Nueva York se limitó a decir “gracias” con el corazón. ¡Shakira se lució!
Shakira dio clases de baile
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